"Cuando nos enteramos hubo fiesta, llanto y brindis", dijo la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en referencia al hallazgo de la nieta número 97. La noticia fue anunciada por la presidenta Cristina Fernández, en un acto celebrado ayer en el edificio donde funcionaba la ESMA
"El logro número 97 es de todos. Es una alegría verla que está bien, salvarla de la mentira, contarle de quién nació. Ver eso es un milagro de reparación para ella y para toda la sociedad", dijo Carlotto.Según precisaron fuentes judiciales, la joven recuperada es hija de Beatriz Recchia, quien estaba embarazada de cinco meses cuando fue secuestrada en 1977 y llevada a la unidad militar de Campo de Mayo, en el Gran Buenos Aires.El padre de la chica encontrada es Antonio García y fue asesinado en el mismo operativo militar, en que su pareja fue secuestrada. La otra hija de García y Recchia fue entregada a su abuela materna, que hoy integra la organización de las Abuelas de Plaza de Mayo.La "nieta" identificada fue registrada como hija de un suboficial del servicio de inteligencia del Ejército, que en 1985 fue designado agregado militar y naval de la embajada argentina en Roma.
Tras negarse en primera instancia a someterse a pruebas genéticas, la joven finalmente accedió a hacerse unos análisis que determinaron su identidad biológica.Juliana García Recchia, la hermana de la nieta recuperada, sostuvo ante la prensa que "tenemos que encontrar a todos los hijos de desaparecidos". "Mi hermana nació hoy cuando supo quiénes eran sus padres, fue un embarazo de 32 años y fuimos varios los parteros", dijo Juliana, en una conferencia de prensa junto a Carlotto.Juliana contó que la búsqueda comenzó "desde la institución. Acá la buscamos, toda la gente que pasó por acá la buscó, pero ésta no es una búsqueda mía, ni de Abuelas, es de todos". Y cerró: "A mí nadie me dijo que tenía una hermana, yo toqué la panza de mi vieja. Quedan muchos más chicos y a veces me desespera porque parece que estamos jugando a las escondidas".
http://www.clarin.com/diario/2009/02/14/elpais/p-01858748.htm